Google eliminará las cookies de terceros dentro de dos años. Así lo anunciaba, el pasado día 14 de enero, a través de esta publicación de Justin Schuh (director de ingeniería de Chrome).
Pero ¿realmente comprendemos las implicaciones de este anuncio?
Mucho se está hablando en las redes sociales de este anuncio, pero poco se habla de lo que de verdad supondrá este cambio y los beneficios (si los hay) que percibiremos como usuarios. Así que en este artículo vamos a tratar de analizar el alcance real de esta medida.
¿Por qué Google quiere eliminar las cookies de terceros?
Desde Google cuentan que lo hacen para proteger tu privacidad… y tú si quieres te lo crees.
Pero a estas alturas de la película yo ya no soy tan crédulo y me inclino más a pensar que el detonante de esta deriva proteccionista de sus usuarios es más la presión de las leyes de privacidad como la Regulación General de Protección de Datos de Europa o la Ley de Privacidad del Consumidor de California.
Por eso y porque han encontrado la manera de contentar a los legisladores sacando mayor tajada.
Antes de que Google anunciase que pretendía eliminar las cookies de terceros de forma predeterminada en Chrome ya eran otros, como Firefox o Safari, los que se le adelantaron.
¿Por qué entonces tiene tanta repercusión que ahora Google anuncie lo mismo para Chrome?
Bueno, pues la respuesta es más simple de lo que parece: porque Google tiene una de sus grandes fuentes de ingresos en la publicidad online… y esta publicidad (hoy en día) utiliza precisamente estas cookies para mostrarse a los usuarios indicados.
Las cookies de terceros y la publicidad
¿Nunca te ha pasado que, después de buscar información sobre juguetes Lego para regalarle a tu sobrino, todos los anuncios que ves mientras navegas tienen que ver con Lego o con juguetes?
Bueno, pues eso es gracias, precisamente, a las cookies de terceros. Es decir, las cookies que la página de Lego, o la de una juguetería, o la de Amazon, o la de un artículo que explicaba los 10 mejores juguetes lego del año…) depositaron en tu navegador.
Cuando Google decide qué anuncio mostrarle a un usuario en una página lo hace basándose en las cookies de terceros almacenadas en su navegador.
Así, cuando luego entres en YouTube, o en la web de un diario local o en un blog con Adsense… tengas la sensación de que todos los anuncios del mundo son de juguetes Lego.
Esto es lo que se conoce como «anuncios dirigidos» y por razones obvias, los anunciantes están dispuestos a pagar más por un anuncio así.
¿Google protege tu privacidad?
Podría parecer que Google está sacrificando sus beneficios a cambio de proteger la privacidad de los internautas.

¡¡¿De verdad te lo has creído?!! 😂
¡Ay, si yo pudiese conservar la mitad de pelo en la cabeza que tu de inocencia!
Lo que pasa es que (o al menos es lo que yo pienso y lo cuento así porque estoy convencido) es que cuando Justin Schuh dice
«Nuestro objetivo es hacer de la red un sitio más privado y seguro para los internautas»
…lo que quiere decir en realidad es
«Como las cookies ya están muy mal vistas porque invaden vuestra privacidad, vamos a cambiarlas por otra cosa que invada vuestra privacidad pero que aún no os deis cuenta».
Es por eso que el cambio no será radical, sino que se dan un plazo de 2 años. En ese plazo ya habrán puesto a andar y testeado el «nuevo sistema de vigilancia mejorado»
Privacy Sandbox
De hecho esto ya está en marcha y se llama «Privacy Sandbox» que está en la etapa inicial de desarrollo desde agosto de 2019.
Todo apunta a que este proyecto se encargará de cambiar el mundo de la publicidad dirigida basada en cookies de terceros (que se podrían bloquear y eso les estropea el negocio) por otro sistema de huella digital del que no te puedes deshacer… pero «que no será tan intrusivo» ¿no? 🤔
Pero ojo, que Google no es el único que saldrá ganando con el cambio.
Nuestros datos pagan las facturas.

Aunque no lo sepas, estás pagando con tus datos.
Así es cómo, por ejemplo, se financian muchos proyectos, publicaciones, utilidades y aplicaciones gratuitas: con la publicidad dirigida que incluyen.
Por eso Privacy Sandbox es el Santo Grial que salvará a Google, a los anunciantes y creadores del monstruo de la privacidad y de paso a los usuarios nos permitirán que sigamos ilusionándonos con que tenemos privacidad y que en el mundo existen las cosas «gratis» (…aunque no).